Yo no tengo nada contra el matrimonio, de hecho, cuando nací mis padres estaban casados y ni me enfadé ni les dije nada. Otra cosa es cuando siguieron, y no se aguantan, pero ahí lo llevan 30 tacos ahí, al pie del cañón...Que ya sooooon ganas...
El caso es que en la mayoría de los tíos, y es en cuanto menos que las titis no se quedan cortas en esta sensación... Está de moda, TENER MIEDO AL COMPROMISO.
¿para qué sirve el compromiso? ¡Para tener derecho a enfadarse!
Porque mientras somos amigos todo va bien.
Llegas tarde de tomarte una caña con los amigos, y él no se enfada...Ni ella, porque te vayas con dos universitarias que hace 3 meses que no ves, y una lleva implante de pecho...No, Noooo paaasa nada...., sólo sois amigos.
Pero en cuanto te comprometes, ¡hala, broncas a todas horas!
Y empiezas a tener conversaciones con ella/Ël, de este tipo:
- ¿Qué quieres?
- Que estoy aquí abajo...
- ¿Has visto que hora es?
- Sí, pero es que...
- ¡Ni es que, ni asco! ¡La próxima vez, si vas a venir tan tarde, déjalo!
Y tú, a tragar, como estás comprometido/A.
En el caso de los tíos es más común...
tú conoces a una chica, te cae bien, es guapa... y como parece que no lleva malas intenciones,
que aquí sólo están las intenciones tuyas, que quede claro...Si una tía que tal, se te pone a huevo, es porque ella quiere ponerse a huevo, no hay más....ahí juegas tú chavalín....Total... que te olvidas y decides salir con ella.
Al principio no hay problema, pero de pronto empiezas a notar cierta presión: estáis echando un kiki, ¡un kiki sin compromiso!, y, sin venir a cuento, la tía te suelta:
- Te quiero, Jorge
¿Qué ha dicho? ¿Qué me quiere? ¿Pero yo que le he hecho a esta tía?
¡Son ganas de joder! En ese momento se ta baja el alma a los pies .
Bueno, el alma y... todo lo demás.
- Qué a gustito que estamos aquí los dos.
- Sííí, muy a gustito...
Pero piensas: "¡A gustito me voy a quedar cuando cojas la puerta"! Y al rato:
- ¿Jorge, me puedo dar una ducha?
- Sííí, dúchate, dúchate... -y te acuerdas de Psicosis.
- ¿Quieres leche en el café?
- No, yo el café siempre lo tomo ¡SOLO!
- ¿Y cómo te gusta?
- ¡LARGO!
- ¡Ay! ¿No tienes Donuts?
- No, pero bájate a la panadería ¡Y QUE TE DEN!
Y antes de irse te dice:
- ¿Me acompañas esta tarde, que voy a castrar al gato?
Es para acojonarse. ¡Ya está intentando planificarte la vida! esta tarde a castrar al gato... Y después el fin de semana en Pedraza. Y el verano en Cullera. ¡Hay que pararla!
- Mira, Alicia, yo es que soy anti-castración, así es que, si eso, ya nos vemos por ahí..
Pero el caso es que a media tarde te acuerdas de ella... y del kiki, y dices: "Pobrecilla... ¡Voy a llamarla a ver cómo está el gato!"
- ¿Alicia? No, que como soy anticastración quería saber cómo está el gato... Tranquilízate, mujer, eso que no ha echado la anestesia... Lo sé porque a mi me operaron de fimosis, que no es lo mismo, pero está cerca... Oye, hablando de fimosis, ¿quedamos esta noche?
Y así seguimos, y luego nosotras también nos seguimos preguntando... "¿Qué he hecho? ¿Estoy gilipollas? He vuelto a quedar con él!, que seguro que está en una página de contactos, o tiene a 3000 en el whatsapp, todas ellas con pintalabios y tetas en la foto...
Lo que pasa es que te vas liando, te vas liando... Y al final pasas el fin de semana en Pedraza. Y el verano en Cullera.
Y casi sin darte cuenta, ¡te presenta al gato y a sus padres!
El caso es que nos da miedo al compromiso, por las esperanzas que pusimos en el pasado.
La Portman ha cambiado de año, y todos vosotros... Dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, esto depende del piso...Está claro.
El caso es que no confundamos a Baltasar con el negro del whatsapp,
y sepamos disfrutar de la vida con lo que se nos presente.
HE DICHO
No hay comentarios:
Publicar un comentario